20 de marzo de 2010

Lucerna

Tras un vuelo a Zúrich y un posterior viaje en tren llegamos a Lucerna. En ese momento, saqué dos conclusiones: primero, que los trenes suizos son mucho mejores que los españoles y segundo, que veinte grados bajo cero implica mucho, mucho frío. Debíamos llegar a la Universidad de Lucerna y, como suele ser normal, acabamos perdiéndonos, aunque así pudimos ver una parte de la que iba a ser nuestra casa durante la siguiente semana. Siguiente conclusión: los conductores de autobús de Lucerna son muy majos y extremadamente puntuales.

Allí pasé una semana junto con otros 3 compañeros de mi universidad haciendo un pequeño curso de economía, que, por cierto, estuvo realmente bien (incluso para los que no somos muy entendidos en la materia, como es mi caso). La ciudad era especialmente bonita la miraras desde donde la miraras. Arquitectura típica centroeuropea, la cual me encanta, calles limpias y montones de monumentos muy bonitos. Además, la gente era realmente simpática e intentan hacerlo lo mejor posible para entenderte en inglés (o ayudarte con tu alemán).


El día que mejor pudimos ver la ciudad fue el sábado, una vez acabado el curso. Y, ¡qué casualidad!, coincidía con una especie de festival que era muy curioso de ver. Realmente Lucerna es una ciudad que merece la pena visitar. Personalmente, la encontré mucho más acogedora (y barata) que Zúrich y con un encanto especial que hace que la mantengas en tu recuerdo.

3 comentarios:

  1. ¿Y la etiqueta "Personal" a qué viene?

    ResponderEliminar
  2. Pues a que el viaje lo hice yo, y por eso forma parte de "Personal", ¿no? :p

    ResponderEliminar
  3. Otro sitio mas apuntado en mi lista de "Sitios donde ir antes de morir"

    ResponderEliminar